La vagoneta iba a más de 100 kilómetros por hora e intentó adelantar a un camión cisterna en una curva. Las 10 personas que viajaban en ella perdieron la vida a las dos de la madrugada del sábado. Lo último que vieron fueron las luces de la flota Bolívar que iba en sentido contrario.
El comandante regional del Trópico de Cochabamba, coronel Jorge Flores, recuerda que a esa hora, antes de recibir la llamada alertándole del accidente, el cielo estaba completamente oscuro. “Estábamos de servicio en la plaza (de Villa Tunari). Toda la noche llovió y estaba haciendo un frío horrible”.
Lo llamaron cerca de las 2.15 y 15 minutos después estaba en aquella curva antes de llegar al puente Vinchuta. El accidente sucedió a sólo 13 kilómetros de Villa Tunari, en la carretera Cochabamba-Santa Cruz.
La vagoneta de marca Honda, color verde, quedó deshecha y los pasajeros fallecieron, sus cuerpos quedaron cercenados. Lo único que se pudo identificar fue la matrícula 2143 YUS.
El coronel Flores cree que la vagoneta iba a más de 100 km por hora. Las huellas que dejaron las llantas en el asfalto fueron en un intento de freno de cerca de 30 metros. “El chofer no tuvo tiempo para hacer nada como salir a la izquierda o la derecha. Impactó de frente en la flota”.
La vagoneta viajaba a Santa Cruz por la carretera nueva. La iluminación era escasa y caía una persistente lluvia. El conductor corría cuando en el kilómetro 173 se encontró, delante de él, con un camión cisterna que hacía el mismo viaje. En una curva intentó rebasar al camión. Lo último que vio fueron las luces altas de la flota Bolívar que viajaba en sentido contrario. “La vagoneta se estrelló de frente”, dijo Flores.
La vagoneta tenía tres filas de asientos. Debía llevar, como máximo, a nueve personas, pero viajaban 10. La Policía calcula que los viajeros tenían entre 25 y 40 años, pero aún ninguno fue reconocido. Sus restos fueron trasladados en una camioneta de la Policía a la morgue del hospital San Francisco de Villa Tunari. Los uniformados no encontraron botellas o rastros que delataran que estuvieran bebiendo.
El conductor de la flota, Franz Marcelo Luna, de 34 años, y su ayudante Ariel Huainoca Carrillo, de 18 años, resultaron heridos. Ambos fueron llevados al hospital para ser atendidos.
La flota fue retirada con una pala cargadora porque una grúa no podía remolcarla. La vagoneta fue dejada en el lugar porque quedó completamente inutilizada. El trabajo de la Policía para llevar los cuerpos y despejar la vía terminó cerca de las 11 de la mañana, nueve horas después del trágico accidente.
Flores aseguró que con el apoyo de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de Cochabamba siguieron haciendo operativos para evitar que los conductores manejen en estado de ebriedad. “El mayor índice de accidentes es por el consumo de bebidas y la mayoría de ellos se dan en el Trópico”.
La recomendación de Flores hacia los choferes que realizan viajes interdepartamentales es la de mantener siempre la precaución, en especial por las noches, y no consumir bebidas alcohólicas.
El comandante regional del Trópico de Cochabamba, coronel Jorge Flores, recuerda que a esa hora, antes de recibir la llamada alertándole del accidente, el cielo estaba completamente oscuro. “Estábamos de servicio en la plaza (de Villa Tunari). Toda la noche llovió y estaba haciendo un frío horrible”.
Lo llamaron cerca de las 2.15 y 15 minutos después estaba en aquella curva antes de llegar al puente Vinchuta. El accidente sucedió a sólo 13 kilómetros de Villa Tunari, en la carretera Cochabamba-Santa Cruz.
La vagoneta de marca Honda, color verde, quedó deshecha y los pasajeros fallecieron, sus cuerpos quedaron cercenados. Lo único que se pudo identificar fue la matrícula 2143 YUS.
El coronel Flores cree que la vagoneta iba a más de 100 km por hora. Las huellas que dejaron las llantas en el asfalto fueron en un intento de freno de cerca de 30 metros. “El chofer no tuvo tiempo para hacer nada como salir a la izquierda o la derecha. Impactó de frente en la flota”.
La vagoneta viajaba a Santa Cruz por la carretera nueva. La iluminación era escasa y caía una persistente lluvia. El conductor corría cuando en el kilómetro 173 se encontró, delante de él, con un camión cisterna que hacía el mismo viaje. En una curva intentó rebasar al camión. Lo último que vio fueron las luces altas de la flota Bolívar que viajaba en sentido contrario. “La vagoneta se estrelló de frente”, dijo Flores.
La vagoneta tenía tres filas de asientos. Debía llevar, como máximo, a nueve personas, pero viajaban 10. La Policía calcula que los viajeros tenían entre 25 y 40 años, pero aún ninguno fue reconocido. Sus restos fueron trasladados en una camioneta de la Policía a la morgue del hospital San Francisco de Villa Tunari. Los uniformados no encontraron botellas o rastros que delataran que estuvieran bebiendo.
El conductor de la flota, Franz Marcelo Luna, de 34 años, y su ayudante Ariel Huainoca Carrillo, de 18 años, resultaron heridos. Ambos fueron llevados al hospital para ser atendidos.
La flota fue retirada con una pala cargadora porque una grúa no podía remolcarla. La vagoneta fue dejada en el lugar porque quedó completamente inutilizada. El trabajo de la Policía para llevar los cuerpos y despejar la vía terminó cerca de las 11 de la mañana, nueve horas después del trágico accidente.
Flores aseguró que con el apoyo de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de Cochabamba siguieron haciendo operativos para evitar que los conductores manejen en estado de ebriedad. “El mayor índice de accidentes es por el consumo de bebidas y la mayoría de ellos se dan en el Trópico”.
La recomendación de Flores hacia los choferes que realizan viajes interdepartamentales es la de mantener siempre la precaución, en especial por las noches, y no consumir bebidas alcohólicas.
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