miércoles, 20 de septiembre de 2017

Santa Cruz Tránsito registra 75 muertos y 1.204 brevets suspendidos


En el primer semestre del año se registraron 75 decesos en accidentes vehiculares, cifra similar a la del año pasado en el mismo lapso de tiempo, según el director de Tránsito de la Policía, Constantino Sejas. Así también, el número de licencias suspendidas a conductores ebrios guarda relación entre enero y agosto de la gestión anterior (1.198) y el mismo lapso en este año (1.204). De estos, a menos de 100 se les ha suspendido la licencia de forma definitiva por ser reincidentes y al resto, solo por un año, explicó Sejas.

En los últimos meses la cifra de fallecidos sigue en ascenso y esta semana, Dayana Torrico Sánchez (23) y Carlos Egüez Mandepora (26) engrosaron esa lista, al fallecer en dos diferentes accidentes de tránsito.

La noche del lunes, Dayana, universitaria de la carrera de Ingeniería Comercial, fue atropellada cuando estaba con su esposo y su hija de tres años esperando a un familiar en el módulo educativo San Isidro, de la Villa Primero de Mayo. Según el reporte policial, un conductor en estado de ebriedad, identificado como José Luis Serrudo Alarcón, subió su vehículo a la acera del establecimiento educativo y los embistió.

“El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia con 1,5 grados”, aseveró el director de Tránsito de la Villa, Erick Olguín. Además, el esposo de la víctima sufrió una contusión en la cabeza y la menor se encuentra estable.

El otro hecho se suscitó en inmediaciones del retén entre Warnes y Santa Cruz ayer, a las 10:20, cuando Égüez cayó de un camión cargado con cemento y falleció instantáneamente al golpear su cabeza contra el asfalto, informó el coronel Sejas.

El hecho sucedió debido a que el conductor del camión, Timoteo Arancibia (40), que estaba sobrio, realizó un cambio brusco de carril, provocando la caída de su ayudante, que iba en la carrocería, que además no tenía barandas.

Sugieren redirigir mensajes
Las campañas comunicacionales en seguridad ciudadana y vial deben ser redirigidas y puntuales por parte de la Policía, la Gobernación y la Alcaldía cruceña, señaló Daniela Justiniano, voluntaria de la Fundación Valeria Brychcy, que promueve la educación vial en colegios y puntos específicos de la ciudad con la finalidad de educar a las nuevas generaciones y disuadir a las personas que pretenden conducir cuando van a consumir bebidas alcohólicas.

A su juicio, las campañas realizadas por las instituciones solo son un ‘jalón de orejas’ para los conductores, pero se requiere un trabajo que apunte a erradicar los malos hábitos de los conductores, agregó.

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