Un bus de transporte interprovincial con capacidad de 30 pasajeros impactó violentamente
contra un taxi tras descender vertiginosamente por calle 10 de Noviembre porque sus frenos se habían roto y se evitó un desenlace irreversible.
“¡Se han roto los frenos, no puedo parar!”, gritaba el chofer de manera desesperada tocando la bocina del vehículo que embalaba más y más por la calle de pronunciada pendiente, según contaron algunos testigos presenciales.
El suceso ocurrió ayer por la mañana cuando el bus ingresaba a la ciudad, sin pasajeros, por la calle 10 de Noviembre hasta que el conductor percibió que los frenos del motorizado no respondían.
La pericia del chofer evitó un desenlace fatal ya que por la calle el flujo de peatones es elevado al igual que de vehículos. Para no seguir descendiendo el chofer viró a la derecha para ingresar a la calle Bustillos e impactó contra un taxi que circulaba en sentido contrario.
El vehículo pequeño fue arrastrado entre 15 a 18 metros del lugar del impacto y recién frenó el bus sin dejar daños en personas, pero sí materiales de consideración en el taxi. El conductor del bus fue detenido cuando llegó la Policía al lugar y a simple vista el chofer estaba sobrio por lo que se descartaría la influencia alcohólica.
El informe preliminar de los investigadores de la División de Accidentes del Organismo Operativo de Tránsito sería falla mecánica, pero el oficial recién será emitido en las siguientes horas.
De acuerdo a los datos obtenidos, en esa misma zona ocurrieron varios hechos trágicos con pérdidas de vidas humanas. En 1.995 un bus bajó la pendiente dejando un saldo lamentable de diez personas muertas.
En 1.992 un camión que llegaba de Siporo cargado de cebolla e indígenas causó un accidente de magnitud, hubo decenas de muertos e incluso algunos fallecieron atriccionados.
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