Tránsito de Quillacollo determinó que la flota Trans Uncía, siniestrada el 27 de junio pasado, era conducida por Alejandro Gandarillas, un joven de tan sólo 22 años con licencia de conducir tipo “B” –cuando la necesaria para manejar un bus con más de 35 pasajeros es la tipo “C”–, por lo que se está a la espera de su recuperación para que dé cumplimiento a la orden de detención preventiva que tiene tras ser imputado por la Fiscalía por homicidio en accidente de tránsito y lesiones graves.
Según las primeras pesquisas, la flota salió de la terminal conducida por Alejandro Gandarillas, que habría burlado los controles utilizando los documentos de su tío, David Gandarillas, que sí estaba autorizado para viajes de larga distancia. También utilizó la misma documentación en el retén de Suticollo. La Policía encontró la licencia transferida, guardada en la guantera de la flota, que correspondía al tío que le delegó la conducción del bus a su sobrino para asistir a un compromiso social en Llallagua.
Aunque el joven conductor niega haber estado manejando el bus, su versión es contradictoria a la del ayudante, que declaró que la flota era conducida por él. Su testimonio coincide con el informe del retén de Suticollo y de Confital, que recogieron la declaración del chofer de la segunda flota de Trans Uncía con destino a Potosí y que se detuvo a ver el accidente y luego se fue.
La segunda flota de la misma empresa que fue habilitada esa noche por la gran demanda de pasajes por la vacación llegó a los pocos minutos al lugar del accidente. Según testigos, el chofer se bajó en busca de David Gandarillas, porque él, se suponía, debía conducir la flota siniestrada. Sin embargo, al no encontrarlo revolvió los bolsillos de la tía del conductor, Gladis Gandarillas Vallejo (35), quien debía tomar el volante a medio camino pero falleció, para sustraerle la recaudación por la venta de boletos y se fue sin auxiliar a los cerca de 40 heridos.
Sin embargo, la posibilidad de realizar un peritaje mecánico para saber las causas del accidente, una falla de los frenos por exceso de carga, son escasas debido a que el bus quedó reducido a pedazos de chatarra.
ANTECEDENTES
El chofer del bus Trans Uncía, Alejandro Gandarillas, aún se halla hospitalizado por una lesión lumbar. Sin embargo, cuando sea dado de alta será detenido en la cárcel de San Pablo de Quillacollo.
En un primer momento, el chofer y su familia intentaron inculpar del accidente a Gladis Gandarillas, que murió en el siniestro, y aunque solía manejar el bus, el 27 de junio en el momento del infortunio estaba lejos del volante, según varios testigos.
La empresa Trans Uncía está suspendida por 30 días, pero su sanción se puede ampliar si no aplica medidas de seguridad y si se determina que la flota sufrió una falla por falta de mantenimiento.
En el accidente murieron 25 pasajeros, por lo que es considerada la mayor tragedia carretera en lo que va del 2010 en el país, sucedida durante la cadena de accidentes en junio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario