miércoles, 9 de julio de 2008

Dejó a su familia con 50 Bs; iba a cobrar su renta; salió del cuartel...


“Esta mañana con su capricho ha salido de la casa para ir a Yocalla y luego en la tarde tenía que pasar a La Paz para encontrarse con su hermana. Se iba a ir a Argentina. Toda la plata ha llevado, sólo me dejó 50 bolivianos para que esté mientras tanto. Eso es todo lo que tengo”. Ese fue el relato de doña Carmen, esposa de Carlos Villanueva, una de las 46 víctimas del accidente de ayer.

“Se había muerto, yo estaba en la casa, yo no sabía”, dice gritando y llorando doña Carmen, acompañada de dos de sus cuatro hijos que quedaron en la orfandad. Carlos Villanueva tenía 38 años, era un ex minero y antes de fallecer no tenía trabajo, pero quería una vida mejor para sus hijos y le dijo a su esposa que iba a ir a trabajar a la Argentina.

Doña Carmen cuenta que su esposo tenía su carnet y había mucha plata en su bolsillo. El patrimonio familiar alcanzaba a 2.500 bolivianos que tenía don Carlos al momento de perder la vida. Ese dinero, según le dijeron, está en manos de uno de los fiscales. “Ojalá me devuelvan”, exclama la viuda al abrazar a su hija menor de siete años. Juntas se envolvieron en un llanto desesperado y desgarrador.

Los funcionarios del hospital Daniel Bracamonte fueron testigos del dolor causado por la peor tragedia en mucho tiempo. El nosocomio se llenó de policías, fiscales, familiares, periodistas y de cientos de potosinos que querían saber sobre el estado de salud de sus parientes.

La morgue del hospital, un cuarto muy pequeño, no fue suficiente para cobijar y luego identificar a las víctimas fatales. El olor a alcohol y formol que salía de ese ambiente era una señal de que los cuerpos comenzaban a descomponerse y era necesario que sean puestos en ataúdes.

El pedido de los responsables del hospital y de los fiscales fue respondido de manera inmediata por los medios de comunicación, particularmente de radio Kollasuyo, que comenzó una campaña para recolectar los féretros.

Mientras algunos familiares se dedicaban a la triste tarea de reconocer a sus parientes, otros lloraban junto a los ataúdes. Uno de ellos gritaba que su abuelo de 70 años había venido a Potosí para cobrar su renta Dignidad.

Otro joven abrazado de otro cajón, recordaba a su primo que la pasada semana se había licenciado del Regimiento Pérez como dragoneante y que quería estudiar para ayudar a los suyos.

Félix Colque perdió a su hermana Pedrona y a su cuñado Tomás. La pareja deja en la orfandad a seis hijos. Félix comentó que ayer “vinieron a comprar verduras y estaban caminando sanitos y hoy se estaban retornando a Marcavi”. Como único pariente en Potosí, Félix decidió llevarlos a su hogar para velarlos y luego pensar en el futuro de sus sobrinos.

El chofer del camión, César Huanca Castro, sobrevivió a la tragedia y su estado de salud es delicado. Dijo que “el carro se embaló en la bajada. No recuerdo más... Que vengan a visitarme mi mamá, mi papá, nada más”.

Potosí se unió en la tragedia

Desde el Prefecto, Alcalde, algunos parlamentarios, cooperativistas, empresarios mineros y, sobre todo, gente humilde, por iniciativa de radio Kollasuyo recolectaron todos los ataúdes que se necesitaban, además de 68.000 bolivianos que serán entregados a los familiares de las víctimas del accidente.

Parecía que en la puerta de la radio había una manifestación por la cantidad de gente que se acercaba a entregar su donativo. La campaña comenzó a las 14.00, primero con la idea de recolectar los féretros, pero los potosinos respondieron también con aportes en dinero.

El jefe de prensa de la emisora, Omar Velasco, dijo que en tres horas y media se cerró la campaña de recolección de los féretros, pero la ayuda en dinero aún llegaba, por lo que los plazos de recepción se ampliaron.

Reconoció que la iniciativa surgió del fiscal de distrito Gustavo Calvo, quien vestido con bata de médico cumplió una tarea importante en la morgue del hospital Daniel Bracamonte.

Los periodistas de la Kollasuyo Ervin Valda, Luis Velásquez, Mario Caro, dirigidos por su director Epifanio Moscoso, fueron quienes se solidarizaron con las familias de las víctimas y motivaron a la población para que hagan llegar sus aportes.

Las víctimas

Los fallecidos • Silvia Cruz (10), Francisco Mamani (20), Narcisa Laime, Sonia Cruz, Justina Quispe (40), NN, Cirilo Mamani (40), Sebastiana Copa Flores (40), Ángel Mamani (12), Ariel Cruz (10), Pedro Laime (20), Julián Villca (30), Manuel Suyo (50), Alberta Mamani, Carlos Villanueva Suturi (38), Marcelina Zambrana Suturi (19), Florencio Justo Campos, Tomás Calani Laime (13), Tomás Colque, Benito Mamani (25), Severina Acarapi, Celia Cruz (12), Martina Díaz (31), Fidel Díaz (9), Vania Chura (5), Diego Chura (3), Cedina Mateo (25), Lino Nuchi Colque (40), Justina Quispe Rodríguez, Jacoba Mamani Quispe (16), Teodora Cruz (27), Sonia Cruz Laime (15), el propietario del camión Adam Gutiérrez (37), Teófilo Colque Díaz (14), Emanuel Sullo, María NN, Victoria Copa López (1), Antonio Alave (70), Julián Villca Choque (45), Marcela López Villca (40), Víctor Paina (40) y Anastasio Colque, Pedrona NN. Además de otras tres personas que no portaban su identificación.

Los heridos • En el hospital Daniel Bracamonte, hasta las 19.00 de ayer había una niña de un año y dos meses con trauma abdominal, quien estaba en quirófano. Dos niñas de cinco a siete años de edad, quienes no habían sido identificadas aún. Ingresó otra niña de 11 años con un trauma encefalocraneal (TEC) grave y estaba en estado de coma. En terapia intensiva se encontraba el niño Édgar Villca, de ocho años. Adal Gutiérrez, de 36 años, tenía un TEC grave y otros dos pacientes con el mismo diagnóstico, sin identificar. Finalmente, estaba el chofer César Huanca Castro.

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