El conductor del bus de la flota San Roque, que se dirigía de Tarija a Entre Ríos y se despeñó la madrugada del domingo en la zona de San Simón, dejando un saldo de 21 fallecidos y 24 heridos, se encontraba ebrio, según los resultados del examen de alcoholemia.
Martín Batallanos Pérez, chofer del motorizado, quien permanece internado en el centro de salud San Juan de Dios de Entre Ríos, aseguró al diario El Chaqueño que el accidente ocurrió por una falla mecánica, pues en la bajada de la cuesta de San Simón no respondieron los frenos.
El jefe de la División Accidentes de Tránsito, mayor Eduardo Vargas, quien se trasladó a la zona para recolectar información, dijo que un perito mecánico investiga si hubo un desperfecto mecánico en el motorizado.
Informó que luego del accidente se practicó un examen de alcoholemia al conductor del bus que se embarrancó.
La muestra fue enviada al laboratorio Torres de la ciudad de Tarija, cuyos resultados, según Vargas, dan cuenta de que el chofer tenía 1,40 grados de influencia alcohólica en la sangre, es decir, superior a los 0,50 permitido, lo que implica que estaba en estado de embriaguez.
Las indagaciones
Una comisión de Tránsito se encuentra en la zona para determinar las causas del hecho ocurrido a las 01.00 del domingo.
Según Vargas, se estableció que el vehículo chocó en primera instancia con una peña y que producto de ese impacto rebotó a una distancia de diez metros, luego de lo cual se embarrancó a una profundidad de 200 metros.
El chofer dijo que iba a 35 kilómetros por hora y que precisamente porque el lugar es una pendiente redujo su velocidad.
Empero, las indagaciones policiales dan cuenta de que el bus iba a gran velocidad.
El caso se encuentra en etapa de investigación en el Ministerio Público, que abrió un proceso de oficio.
No es la primera vez que conductores ebrios protagonizan accidentes de tránsito que dejan saldos lamentables.
En dos ocasiones, la flota El Dorado también afrontó procesos debido a accidentes similares en Cochabamba.
Martín Batallanos Pérez, chofer del motorizado, quien permanece internado en el centro de salud San Juan de Dios de Entre Ríos, aseguró al diario El Chaqueño que el accidente ocurrió por una falla mecánica, pues en la bajada de la cuesta de San Simón no respondieron los frenos.
El jefe de la División Accidentes de Tránsito, mayor Eduardo Vargas, quien se trasladó a la zona para recolectar información, dijo que un perito mecánico investiga si hubo un desperfecto mecánico en el motorizado.
Informó que luego del accidente se practicó un examen de alcoholemia al conductor del bus que se embarrancó.
La muestra fue enviada al laboratorio Torres de la ciudad de Tarija, cuyos resultados, según Vargas, dan cuenta de que el chofer tenía 1,40 grados de influencia alcohólica en la sangre, es decir, superior a los 0,50 permitido, lo que implica que estaba en estado de embriaguez.
Las indagaciones
Una comisión de Tránsito se encuentra en la zona para determinar las causas del hecho ocurrido a las 01.00 del domingo.
Según Vargas, se estableció que el vehículo chocó en primera instancia con una peña y que producto de ese impacto rebotó a una distancia de diez metros, luego de lo cual se embarrancó a una profundidad de 200 metros.
El chofer dijo que iba a 35 kilómetros por hora y que precisamente porque el lugar es una pendiente redujo su velocidad.
Empero, las indagaciones policiales dan cuenta de que el bus iba a gran velocidad.
El caso se encuentra en etapa de investigación en el Ministerio Público, que abrió un proceso de oficio.
No es la primera vez que conductores ebrios protagonizan accidentes de tránsito que dejan saldos lamentables.
En dos ocasiones, la flota El Dorado también afrontó procesos debido a accidentes similares en Cochabamba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario