viernes, 25 de mayo de 2007

En dos accidentes hay una muerte y 31 personas heridas

El plan de seguridad vial todavía está en el papel

El accidente del bus Bolívar ocurrido a las dos de la mañana de ayer en la vía Sucre-Cochabamba dejó 19 asambleístas del Movimiento Al Socialismo (MAS) y otros seis pasajeros heridos que fueron hospitalizados con lesiones de consideración. El miércoles, una persona murió y seis más resultaron con fracturas en otro siniestro rumbo a Villazón.

Los accidentes de tránsito se suceden con frecuencia en el país a pesar de la manifestación pública de distintas autoridades del Poder Ejecutivo de evitar estos eventos a través de planes re prevención.

Entre el miércoles y el jueves ocurrieron dos casos de encunetamiento, en diferentes puntos del país, que dejaron 31 heridos y una persona fallecida.

Con asambleístas

El primer siniestro ocurrió ayer a 115 kilómetros de Cochabamba, cerca de la población de Epizana. La mayor parte de los pasajeros dormía, pero varios relataron que el chofer imprimía una velocidad excesiva en el camino.

El vicepresidente Álvaro García Linera opinó: “El chofer fue imprudente, no tomó precauciones a pesar de la queja y los reclamos de los pasajeros, se escapó y encima le cerró la puerta a una de nuestras constituyentes (...) Como Gobierno, nos comprometemos a buscarlo donde esté para que sea sancionado como merece (...) Esté donde esté, este ciudadano será perseguido por nuestra Policía”.

Desde Sucre, en entrevista con el responsable de la empresa Bolívar, la radio Erbol reportó que los choferes Martín Solamayo y Siriaco Choque no escaparon del lugar. “El conductor está cuidando el bus”, dijo Johnny Torrico, pero no quiso confirmar o desmentir la versión de la huida.

15 hospitalizados

En la capital, la empresa tenía una nómina de 32 pasajeros, 23 de ellos asambleístas y un secretario técnico, pero en Cochabamba sólo 15 permanecían hospitalizados, el resto sufrió heridas leves.

El informe preliminar de la Policía cochabambina, según el diario Los Tiempos, explora cinco posibilidades de la causa del accidente: el exceso de velocidad, el estado de ebriedad del chofer (no se le tomó la prueba de alcoholemia), las condiciones climáticas (había neblina espesa), el cansancio del conductor y las fallas mecánicas del vehículo.

Lo cierto es que el autobús se metió en una cuneta a un lado de la carretera, cayó sobre su costado derecho y se deslizó sobre el terreno por casi 50 metros. Los primeros heridos fueron evacuados en un bus de la empresa Trans Copacabana.

El constituyente Avilio Vaca dijo que durante el viaje notó el exceso de velocidad. “Ha estado apurado el chofer porque hemos salido de la terminal no a la hora fijada como decía en el boleto. Estaba muy apurado y unos compañeros estaban quedándose, entonces hemos tenido que hacerlo esperar en la tranca, los ha esperado pero faltaban todavía compañeros”.

Los canales de televisión tomaron otros testimonios; por ejemplo, una asambleísta recordó que “realmente (estaba corriendo mucho) y estaban con tragos los choferes”. Otro constituyente mencionó que “había exceso de velocidad, se le ha notificado al chofer, pero no hizo caso”. Los masistas tenían heridas abiertas al llegar al amanecer a Cochabamba.

Rumbo a Villazón

A las seis de la mañana del miércoles ocurrió otro siniestro, el de un autobús de la empresa Panamericana, cuyo tramo era La Paz-Villazón. El hecho sucedió a 120 kilómetros de la ciudad de Potosí, cerca de la población de Vitichi.

El director del Organismo Operativo de Tránsito potosino, coronel Víctor Hugo Daza, informó que Paulina Martínez murió en el accidente y fue llevada a Tupiza, mientras que otras seis personas resultaron con heridas graves.

Según Daza, el accidente sucedió en una curva pronunciadad del tramo, “por no poder realizar la reducción de velocidad”. El vehículo se encunetó y quedó inmóvil fuera de la calzada. El chofer Abel Miranda Franco fue convocado por el fiscal Ariel Tórrez para establecer responsabilidades en la investigación que se realiza en la población de Vitichi.

La Superintendencia

Esta Redacción consultó ayer a la Superintendencia de Transportes acerca del proceso administrativo iniciado contra la empresa El Dorado, cuyo accidente ocurrido el 19 de abril se llevó la vida de más de 30 personas. Los funcionarios de ese despacho explicaron que todavía no existe una decisión ni sanciones contra El Dorado, aunque la Policía estableció con claridad que uno de los choferes estaba completamente ebrio.

El superintendente Wilson Villarroel se excusó de dar cualquier tipo de información sobre la labor que están cumpliendo para garantizar que las empresas den seguridad a los pasajeros.

Un funcionario mencionó que cuando Villarroel explicaba los lineamientos de un proyecto de plan vial, aún no contaba con el financiamiento, y cuando lo planteó a prefecturas y municipios, estas instituciones respondieron con interés, pero no apoyaron económicamente.

Hace un mes se formó el Comité Interinstitucional del plan de seguridad vial, pero las políticas, programas y lineamientos que deben ejecutar esas organizaciones voluntarias todavía no existen ni se coordinan desde el Ejecutivo.

Los anuncios de las autoridades que no se materializan

Los recurrentes accidentes de tránsito derivaron en el anuncio, por parte del Poder Ejecutivo, de un plan de seguridad vial.

En marzo, el Viceministerio de Seguridad Ciudadana anunció la instalación de una cámara de vigilancia en la Terminal de Buses La Paz para dar con ladrones y evitar el acoso sobre los viajeros.

A los dos meses del anuncio, la videofilmadora todavía no funciona por falta de dinero.

El Superintendente de Transportes dijo a la prensa que iba a instalar dormitorios en la terminal de buses para que los choferes puedan descansar en el intervalo de sus viajes y evitar que se duerman en el camino.

La Policía Nacional se comprometió en abril a ejercer un control de los

restaurantes ubicados en las carreteras para evitar que allí se venda alcohol a los conductores de buses públicos.

Días después, la institución traspasó esa responsabilidad a las alcaldías municipales de las poblaciones ubicadas sobre las carreteras del país.

La Policía Nacional también informó que se comprarían 15 ordenadores para las trancas de las carreteras troncales.

El objetivo es registrar en la terminal de buses al chofer que parte al mando del bus y verificar que en el camino no sea reemplazado por otro para garantizar la seguridad de los pasajeros.

El 19 de abril de este año sucedió en la carretera a Cochabamba un siniestro que cobró la vida de más de 30 personas que viajaban en un autobús de El Dorado.

La última semana de abril,

el presidente Evo Morales instruyó la elaboración de un plan de seguridad vial para evitar accidentes de ese tipo.

El plan de seguridad vial

es diseñado en el Ministerio de Gobierno, pero todavía necesita ser consensuado por todas las instituciones públicas a las que involucra.

Todavía no están definidas

las tareas de cada institución ni las fuentes de financiamiento.

El plan de control vial toma en cuenta desde el cambio de la normativa sobre el consumo de bebidas alcohólicas, la obligatoriedad del control con alcoholímetros y reglamentar la sanción en accidentes causados por peatones.

Está también la coordinación con la Administradora Boliviana de Carreteras, las prefecturas y municipios para mejorar

las señales en carreteras, autopistas, avenidas y calles.

Se propone además usar los vehículos de transporte público hasta que cumplan 20 años de antigüedad, para que luego pasen a ser particulares.

El plan también prevé construir postas de salud en todas las estaciones de buses, en coordinación con el Ministerio de Salud y Deportes.

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