Eloy M. A. perdió el domingo por la tarde el control del minibús que manejaba por la calle 4 de la zona Puerto de Mejillones, de El Alto, atropelló a una familia y mató a una de sus integrantes, la menor Hilda Yanarico, de 13 años. El chofer conducía con una mano, perdió la derecha.
El conductor fue aprehendido pero la juez Karina Barea lo dejó en libertad después de conocer que había logrado un acuerdo transaccional con los padres de la víctima.
La determinación se produjo a pesar que el chofer —Eloy M. A.— no tenía licencia de conducir por su impedimento físico.
El abogado de la familia Yanarico, Harold Suárez, criticó la determinación de la juez y lamentó que no haya tomado en cuenta los agravantes, tales como el defecto físico del conductor y que no posea licencia.
La defensora del imputado, María Gardeazábal, dijo que se logró un acuerdo para el desistimiento.
El minibús pertenece al Sindicato de Transportes El Norte, cuyos dirigentes aseguraron ayer a La Prensa que sólo conocían superficialmente el caso y que no sabían si el chofer es uno de sus afiliados.
El secretario de Conflictos del Sindicato, Diógenes Quisbert, dijo que “no damos autorización a choferes incapacitados, vamos a tratar de cooperar, si el caso amerita. Si no es miembro del sindicato, tendrá que responder por cuenta propia”.
El conductor acordó el pago de una indemnización de 15.000 bolivianos y se hizo cargo de los gastos del sepelio de la pequeña, quien ayer por la tarde fue sepultada en el cementerio de la comunidad Chirapaca, provincia Los Andes.
Según el cuaderno de investigaciones de Tránsito, el chofer conducía un minibús de transporte público, de la línea 647, el domingo 28 de marzo, cuando perdió el control del motorizado y se estrelló contra un inmueble (zona Puerto de Mejillones), después de invadir carril y subir a la acera opuesta. Miguel Yanarico, Tiburcia Quispe y una menor de 11 años quedaron heridos.
La menor, que falleció cuando era trasladada al Hospital Boliviano Holandés, era estudiante del octavo de primaria del colegio Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Los pobladores de la zona se movilizaron y solicitaron ayuda de Radio Patrullas 110, cuyos efectivos aprehendieron al conductor.
Martha Alarcón, representante vecinal, recordó que la familia Yanarico salió a las 14.30 de su domicilio para ir a la Feria de Ramos y vio cómo el minibús los aplastó frente a su casa. “Fue un sueño, escuchamos gritos. El chofer intento darse a la fuga”, dijo la vecina.
El suboficial Ángel Choque Gutiérrez, técnico de la División de Accidentes del Organismo Operativo de Tránsito de El Alto, confirmó que al momento de la aprehensión del chofer no portaba su licencia y tenía la mano derecha amputada. “Cuando se le preguntó qué había sucedido, nos respondió que los frenos le fallaron”.
Miguel Yanarico adujo que el conductor no es propietario del vehículo y que además aún resta hacerle una valoración médica.
La familia de la fallecida recibió Bs 15.000 por indemnización.
Para destacar
El chofer reveló a la Policía que conducía con una prótesis en la mano para hacer los cambios de velocidad.
No se determinó si hubo fallas técnicas en el vehículo, porque no se llevó a cabo el peritaje. Se presume una falla en los frenos.
La víctima falleció en el Hospital Boliviano Holandés, por una hemorragia interna aguda. Era la consentida de la familia.
El vehículo, según el abogado de la parte querellante, fue transferido el lunes, a otro miembro del sindicato.
Con el producto de esa venta, la familia Yanarico percibió la indemnización y desistió del proceso penal.
El desistimiento determinará que no se haga un peritaje al minibús y se determine si sufrió alguna falla mecánica.
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