Los Tiempos.- Reinaldo Tola (45) conducía en estado de ebriedad el bus de Trans Crucero (2144-KPA) la madrugada del jueves y el momento del accidente, que dejó un saldo de 12 muertos (incluido él) y 22 heridos, huía de los policías de la tranca Confital. Además, llevaba en el motorizado a 15 pasajeros más de los que estaban registrados en su lista.
El director de Tránsito de Quillacollo (Cochabamba), Julio Miranda, informó que la prueba de alcoholemia confirmó que el conductor, quien llevaba 45 personas de El Alto a Cochabamba y de allí a Villa Tunari, en el trópico de ese departamento, estaba bajo la influencia del alcohol.
La sospecha de que el chofer estaba ebrio surgió poco después del accidente, cuando los primeros rescatistas llegaron al kilómetro 78 de esa vía (en la región de Bombeo) y, al acercarse a Tola, que tenía el cráneo abierto, respiraron alcohol.
Los indicios aumentaron cuando, según uno de los rescatistas, hallaron botellas de cerveza dentro del vehículo, y el ayudante, Germán Maita, comenzó a hablar y se advirtió que estaba ebrio.
Según las investigaciones preliminares, Tola relevó al chofer titular en Caracollo. Allí hicieron una pausa: los pasajeros, entre ellos una delegación de maestros, aprovecharon para alimentarse y los conductores se fueron a un lugar apartado, donde se cree que comenzaron a beber o compraron cervezas.
Reanudado el viaje, al llegar a la tranca de Confital, el chofer entregó una lista de pasajeros que sólo consignaba 28 nombres, pero luego del accidente se confirmó que en el vehículo había 45 personas.
Después de recibir la nómina, y como se trataba de una compañía recién creada y que hacía su tercer viaje, uno de los policías de ese retén, de apellido Siancas, se disponía a subir al vehículo para realizar una inspección, pero el chofer arrancó.
El jefe de la Patrulla Caminera, Orlando Herbas, agregó que “el bus salió picando, hizo caso omiso de silbidos para que se detenga”. El agente Siancas; dos de sus compañeros, de apellidos Ruiz y Chambi, y el encargado de esa tranca, Daniel Mérida, iniciaron la persecución en una vetusta camioneta y comunicaron de la fuga al 911 y al retén de Suticollo, para que no lo dejasen pasar.
El motorizado les tomó la delantera y fue imposible darle alcance. Según Herbas, los policías de Confital fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, 15 minutos después del hecho.
El siniestro ocurrió a las 02.30. Según la investigación preliminar, hizo una maniobra evasiva, chocó contra la peña, se volcó y arrastró. Once personas murieron instantáneamente y una camino al hospital. Los familiares de las víctimas hacían fila en la morgue para recuperar los cadáveres.
Saqueo a los difuntos y heridos
Los familiares de los pasajeros fallecidos y heridos en el accidente del bus Trans Crucero, ocurrido la madrugada del jueves de Corpus Christi, denunciaron, sin identificar a los responsables, que sus seres queridos sufrieron el robo de sus billeteras, celulares y dinero.
Según ATB, algunas personas llegaron de la ciudad de La Paz y tuvieron que identificar a las víctimas fatales porque no llevaban ninguna documentación. Una señora, que no fue identificada, dijo que a su familiar le despojaron de su chamarra y de aproximadamente 2.000 bolivianos que estaban en su poder.
Según Los Tiempos, una de las fallecidas, Felicidad Magne (32), llevaba consigo entre 15.000 y 18.000 bolivianos. La tía de esta víctima dijo que su sobrina “es vendedora mayorista, estaba viniendo con dinero, pero no se ha podido recuperar eso, no sabemos qué hacer”.
Un reclamo similar hicieron los familiares de Herminia Alarcón (30), una maestra que viajaba a a Santa Cruz. Su hermano Silverio dijo que quieren recuperar sus cosas, pero no saben dónde.
Los detalles
El accidente se registró aproximadamente a las 02.30 del jueves de Corpus Christi.
Los pasajeros ya habían advertido que el conductor estaba bebiendo.
El director de Tránsito de Quillacollo (Cochabamba), Julio Miranda, informó que la prueba de alcoholemia confirmó que el conductor, quien llevaba 45 personas de El Alto a Cochabamba y de allí a Villa Tunari, en el trópico de ese departamento, estaba bajo la influencia del alcohol.
La sospecha de que el chofer estaba ebrio surgió poco después del accidente, cuando los primeros rescatistas llegaron al kilómetro 78 de esa vía (en la región de Bombeo) y, al acercarse a Tola, que tenía el cráneo abierto, respiraron alcohol.
Los indicios aumentaron cuando, según uno de los rescatistas, hallaron botellas de cerveza dentro del vehículo, y el ayudante, Germán Maita, comenzó a hablar y se advirtió que estaba ebrio.
Según las investigaciones preliminares, Tola relevó al chofer titular en Caracollo. Allí hicieron una pausa: los pasajeros, entre ellos una delegación de maestros, aprovecharon para alimentarse y los conductores se fueron a un lugar apartado, donde se cree que comenzaron a beber o compraron cervezas.
Reanudado el viaje, al llegar a la tranca de Confital, el chofer entregó una lista de pasajeros que sólo consignaba 28 nombres, pero luego del accidente se confirmó que en el vehículo había 45 personas.
Después de recibir la nómina, y como se trataba de una compañía recién creada y que hacía su tercer viaje, uno de los policías de ese retén, de apellido Siancas, se disponía a subir al vehículo para realizar una inspección, pero el chofer arrancó.
El jefe de la Patrulla Caminera, Orlando Herbas, agregó que “el bus salió picando, hizo caso omiso de silbidos para que se detenga”. El agente Siancas; dos de sus compañeros, de apellidos Ruiz y Chambi, y el encargado de esa tranca, Daniel Mérida, iniciaron la persecución en una vetusta camioneta y comunicaron de la fuga al 911 y al retén de Suticollo, para que no lo dejasen pasar.
El motorizado les tomó la delantera y fue imposible darle alcance. Según Herbas, los policías de Confital fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, 15 minutos después del hecho.
El siniestro ocurrió a las 02.30. Según la investigación preliminar, hizo una maniobra evasiva, chocó contra la peña, se volcó y arrastró. Once personas murieron instantáneamente y una camino al hospital. Los familiares de las víctimas hacían fila en la morgue para recuperar los cadáveres.
Saqueo a los difuntos y heridos
Los familiares de los pasajeros fallecidos y heridos en el accidente del bus Trans Crucero, ocurrido la madrugada del jueves de Corpus Christi, denunciaron, sin identificar a los responsables, que sus seres queridos sufrieron el robo de sus billeteras, celulares y dinero.
Según ATB, algunas personas llegaron de la ciudad de La Paz y tuvieron que identificar a las víctimas fatales porque no llevaban ninguna documentación. Una señora, que no fue identificada, dijo que a su familiar le despojaron de su chamarra y de aproximadamente 2.000 bolivianos que estaban en su poder.
Según Los Tiempos, una de las fallecidas, Felicidad Magne (32), llevaba consigo entre 15.000 y 18.000 bolivianos. La tía de esta víctima dijo que su sobrina “es vendedora mayorista, estaba viniendo con dinero, pero no se ha podido recuperar eso, no sabemos qué hacer”.
Un reclamo similar hicieron los familiares de Herminia Alarcón (30), una maestra que viajaba a a Santa Cruz. Su hermano Silverio dijo que quieren recuperar sus cosas, pero no saben dónde.
Los detalles
El accidente se registró aproximadamente a las 02.30 del jueves de Corpus Christi.
Los pasajeros ya habían advertido que el conductor estaba bebiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario