Un joven de 23 años, que no tenía licencia para conducir un micro, tomó ayer el volante de un microbús de la línea M y tras perder el control del motorizado al bajar por una calle en pendiente al norte de la ciudad, chocó contra dos casas y expulsó por el parabrisas al niño Israel Mamani Limachi (10), según el informe del comandante de Tránsito, David Manzano.
El niño fallecido, hijo del dueño del micro, estaba encargado de guiar al chofer, Jesús Benjamín Quispe Tomás (23), en su primer día de trabajo, porque no conocía la ruta. Tras el siniestro, Tránsito constató que el microbús no tenía SOAT y que el chofer no contaba con la licencia tipo B exigida para manejar micros.
El jefe policial informó que el micro 1117-IYT marca Dodge modelo 79 bajaba por la calle Roma casi Circunvalación, que no era parte de su ruta, cuando sufrió una falla mecánica y chocó contra dos viviendas.
Los heridos más graves son: Rosa Ugarte (73), Karina Jaldín (37), Vania Catorceno (14), Jhonny Albornoz (15) y Jesús Quispe (23).
Una vecina que caminaba por el sector contó que vio al micro bajar a gran velocidad por la calle empinada. La primera maniobra del chofer para detener el micro fue chocar contra una casa. Tras el impacto se derrumbaron dos cuartos y el micro continuó su trayecto. En ese momento, la mujer vio al niño, asustado, sin tener de dónde agarrarse y luego volar por el parabrisas.
Todo apunta a que el niño y los pasajeros fueron víctimas de la negligencia del propietario del micro, que entregó un vehículo en mal estado a un chofer inexperto.
Ésta es la segunda vez que un micro protagoniza un accidente rodeado de indicios de negligencia. El 18 de agosto de 2010 un micro de la línea S arrolló en la zona de La Cancha al niño Kevin Rojas (11).
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