jueves, 29 de marzo de 2012

Juan González Osinaga (48) murió atropellado en la avenida Cristo Redentor, a la altura del viaducto del cuarto anillo.

Mezcla de imprudencia, exceso de velocidad e inseguridad para el peatón, fueron tres elementos que conjugaron en el accidente de tránsito que cobró la vida de Juan González Osinaga, ocurrido la mañana de ayer cuando un auto de la línea de trufis Montero-Santa Cruz, embistió de frente al infortunado transeúnte.

El hecho sucedió en el ingreso al túnel del viaducto de la avenida Cristo Redentor y cuarto anillo. Según el informe preliminar de la Policía y testigos de la zona, González fue atropellado cuando intentaba cruzar en diagonal la doble vía (de oeste a este) a toda prisa, ahí a 30 metros del ingreso al túnel. Prosigue el informe, de pronto apareció el vehículo Toyota Ipsum conducido por Eduardo Pizarro Chávez que impactó en la cabeza del peatón hasta arrastrarlo unos veinte metros, el auto se detuvo y lo tiró al suelo.

"Todo fue rápido, yo vi que salió corriendo del cuarto anillo para cruzar, ahí nomás apareció ese auto. La verdad que estos autos corren tanto que no miden consecuencia", relató Bernardo Carrión, uno de los testigos.

La soledad de la víctima. Inmediatamente ocurrido el hecho aparecieron los efectivos de Tránsito y de Radio Patrulla 110, pero ningún familiar se hizo presente, tanto que demoraron una hora en levantar el cuerpo del infortunado. Según la documentación que poseía, Juan González Osinaga, era oriundo de Vallegrande, el 12 de julio iba cumplir 48 años y era residente del barrio El Bajío, kilómetro 6 de la doble vía a La Guardia.

Imprudencia y velocidad. Según el Organismo de Tránsito, el hecho fue catalogado como un acto de imprudencia del peatón y exceso de velocidad del conductor. El chofer estaría conduciendo a una velocidad de 60 kilómetros por hora, lo cual no le habría permitido visibilizar a tiempo al transeúnte, dijo el oficial Inocencio Salgado al momento de levantar el informe preliminar.

Para otros conductores y transeúntes del lugar, la avenida Cristo Redentor que da con el túnel es un peligro constante por la alta velocidad que imprimen los conductores.

"Los autos, micros y camiones pasan por aquí a toda mecha (velocidad), no piensan en la gente que quiere cruzar. Hay niños, mujeres y ancianos que les es imposible transitar por aquí", reclamó Daniel Moreno, en momentos cuando exclamaba otro vecino "que las autoridades hagan algo en lugar de estar peleándose".

Hace falta pasarelas. Como pocas ciudades en el país, la velocidad es una de las expresiones comunes del tráfico vial de Santa Cruz. "No hay otra solución que hacer pasos a desnivel o sencillamente instalar en lugares estratégicos pasarelas en todas estas vías", dijo Carlos Aguilar Lazarte, responsable de Educación Vial de Tránsito.

Para Aguilar, varias avenidas y puntos de intersección de la ciudad requieren urgentemente una infraestructura en favor del peatón. El único lugar donde hay una pasarela y funciona bien es en el segundo anillo, por la Universidad René Moreno. "Hace falta educar al peatón para que haga uso de esos pasos a desnivel", sentenció.

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